miércoles, 18 de septiembre de 2019

Destino, Peñíscola

Hoy regresamos a España, llegamos al aeropuerto de Barajas, y recogiendo nuestro ultraligero hemos puesto rumbo a Castellon de la Plana, es medio día, y en realidad el cansancio del viaje nos está afectando, con el sol a nuestra espalda, los 344.67 km que hay de distancia no parecían tanto antes de salir.
Llegaremos directos a la playa de Peñíscola, gracias a mi amiga Bàrbara Torres que me ha enviado un atardecer precioso desde allí.
Fotografía cortesía de Bárbara Torres

Bien, despues de todo hemos llegado bien, estamos con cansancio, pero al llegar nos encontramos con la misma puesta de sol que Barbara nos envió, así que ha valido la pena llegar en el momento exacto. No pierdo tiempo, saco las acuarelas y tomo apuntes.

Aquí hay mucho que ver, ademas de bañarse en el Mediterráneo, siempre cálido.

Escenario de rodaje de una selección de producciones cinematográficas y televisivas, destacare su gastronomía, ademas de por supuesto sus paisajes.
Peñiscola, para quien no lo sepa, esta situada en un tómbolo, vamos, una península rocosa, unida a tierra solo por un istmo arena, que hoy en día debido a la edificación del puerto y edificios, ha desaparecido.

El término municipal de Peñíscola incluye una de las sierras litorales más vírgenes de la costa valenciana, la Sierra de Irta, que acaba en el mar en una costa rocosa baja y en algunos puntos, de altos acantilados

La marjal de Peñíscola. Es uno de los últimos humedales del Mediterráneo el ecosistema constituye el último refugio del samaruc.



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